Como
dije al principio de mi entrada de Re:Zero, tengo unos días libres
después de una semana bastante ajetreada, así que me estoy tomando
mi tiempo para escribir. Admito que uno de los motivos por los que no
subí esta entrada antes es porque he estado viciado a Slither.io (no
me juzguéis) intentando alcanzar a un amigo en un reto que me
propusieron. Pero eso no viene a cuento. Toca Kabaneri, así que
vamos con ello:
Veníamos
de un episodio intenso, que terminó siendo fructífero para el
Koutetsujou, ya que gracias al rumbo que tomaron los acontecimientos
permitió que Ayame, Ikoma, Mumei y el resto de pasajeros pudieran
darse un respiro y recuperar la esperanza. Este capítulo comienza
calmado, Ikoma parece haber mejorado su relación con la gente y
Mumei es la ídola de los niños. Todo cambia cuándo desde el tren
observan que hay escombros en las vías próximas, dónde también
divisan a varios supervivientes que Ayame ordena rescatar. Uno de
ellos parece conocer a Mumei, y ella también lo reconoce. Mantienen
una conversación a solas, breve pero crucial. Mumei fue el foco
central del episodio, cuya actitud presenta un cambio brusco y
drástico tras dicho intercambio de palabras. Su valor reside en
matar Kabanes, y si ese valor se oxida, se olvidarán de ella. ¿Bajo
qué clase de presión se encuentra? Ok, está bien observar cómo
las palabras de ese hombre repercuten en su actitud, pero creo que se
pasaron de la raya en un par de puntos. En primer lugar, la hicieron
ver demasiado dark en numerosas secuencias, cosa innecesaria ya que
sería preferible una mayor naturalidad por su parte. En segundo
lugar pero no menos importante, se pasó con Ikoma. Entiendo tu
posición en ese momento, pero, ¿por qué le agredes tan súbitamente
cuándo dialoga contigo? Una cosa es el entrenamiento y otra que, a
causa de una conversación previa, le des una patada cuándo se
acerca. Aquí se demostró que el manejo de su personaje no resultó
funcionar tan bien como en episodios anteriores, donde se lucía en
todas sus facetas.
Ikoma
planea con Ayame y los soldados una estrategia para poder entrar en
la herrería, retirar los escombros y continuar sin alertar a los
Kabane. No obstante, Mumei los llama cobardes por querer evitar a las
criaturas sin ser consciente de que en verdad se hace para no poner
en peligro a los pasajeros del tren. Tenemos después una escena en
la que Mumei demuestra poco tacto cuándo habla sobre el perro de
unos niños, que yace muerto después de haber sido lastimado en un
pata por el anterior ataque Kabane. Prácticamente la echan del vagón
ya que sus palabras son de todo menos consoladoras para los chicos.
Ikoma y compañía ponen en marcha su plan, pero Mumei va por su lado
yendo directamente a por los Kabane y entrando en su nido. Ella no
tiene problemas para derrotarlos, pero no calculó bien y había más
de los que ella imaginaba. Aún con los Kabane aproximándoseo
continuamente, Mumei consigue resistir mientras Ikoma trata de
emplear la grúa para retirar los escombros, pero uno de los Kabane
agarra a nuestra heroína y la lanza con fuerza, quedando
inconsciente y expuesta. Ikoma no se lo piensa y sale de la grúa
para ayudarla. Lo último que vemos es una sombra levantándose sobre
el escenario, una figura gigante que se distingue desde el
Koutetsujou: el Kuro Keburi. ¿Quizás será el Titán Colosal de
esta serie y la mayor amenaza para todos? ¿De dónde sale?
Probablemente sea un ser formado por una agrupación considerable de
Kabane, aunque cabe la posibilidad de que sea una criatura incluso
más sobrenatural que las que acostumbran a combatir. Sea lo que sea,
lo sabremos más adelante.
En
fin, en esta ocasión no nos brindaron tanta intensidad como el
segundo o el cuarto episodio, ya que esos en su gran mayoría
concentraron toda la acción y dinamismo, además de que concluyeron
algo, mientras que este se centró en Mumei reservando lo fuerte para
la recta final y así conectar con el próximo. De todos modos,
exceptuando cosas puntuales, esta emisión mantiene el nivel de la
serie -en general-, desarrollándose sin problemas y manteniendo un
ritmo agradable que lo hizo por lo menos entretenido. Las respuestas
a las incógnitas que surgieron las obtendremos seguramente durante
las próximas semanas. Sigo esperando las mismas cosas de Kabaneri
que mencioné en mis anteriores entradas sobre la serie, pero por
ahora sigo disfrutándola. Ojalá se siga manteniendo hasta el final,
sencillamente me contentaría con eso.
Esto
es todo por ahora. ¿Qué opináis de este quinto episodio de
Kabaneri? Comentad vuestras impresiones al respecto y nos leemos
pronto.
¡Saludos!
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