Es
cierto que el martes pasado antepuse Re:Zero a Boku no Hero, y un par
de personas me han preguntado directamente si esta temporada subiré
los comentarios semanales siguiendo algún tipo de patrón. Evidentemente, está claro que no. No existe motivo por el cuál yo vaya a bloggear una
serie antes que otra, a veces depende de cuál me inspire más a la
hora de redactar, pero comúnmente soy parcial con todas. En fin,
dejémonos de horarios y vamos con un breve repaso del tercer
episodio de Boku no Hero.
El
fantástico episodio 2 había terminado con las palabras de All-Might
dirigidas a Izuku, escena que consiguió transmitir cierta emotividad
pese a llevar solo dos capítulos conociendo los objetivos y
motivaciones de nuestro protagonista. El objetivo de Izuku es la
Academia Yuuei, pero al no poseer particularidad, tendrá que
prepararse de una forma diferente. Es por medio del intenso
entrenamiento que le ofrece All-Might, pasándole a la vez su
particularidad “One For All” con el objetivo de que sea capaz de
cultivarla. No obstante, para que Izuku pueda convertirse en el
recipiente de la Particularidad, debe estar preparado. Con la
limpieza de ingentes cantidades de basura en una playa, Izuku da el
primer paso para convertirse en el héroe que desea ser.
Con
los consejos de All-Might, Izuku es capaz de cumplir sus objetivos
momentos antes del examen de ingreso. Él toma el “ADN” de
All-Might y se dirige al lugar acordado. La recta final del episodio
incluye la breve conversación entre Izuku y una de las futuras
heroínas (no spoiler, aparece en los carteles), así como la
presentación y explicación de la prueba inicial. Sólo nos queda
saber qué tal le irá a Izuku en el examen, qué roles desempeñarán
Katsuki y la otra chica, inclusive el participante pedante de gafas
que trató de llamar la atención en la presentación. Y por
supuesto, All-Might.
Episodios
como este nos dejan clara la pureza clásica que alberga Boku no
Hero. En todo shonen hay episodios dedicados a entrenar, practicar,
mejorar y perfeccionar. Incluso la parodia de One Punch-Man hizo
referencia al secreto de Saitama sobre su rutina de entrenamiento
para convertirse en un héroe. La diferencia es que Izuku es un niño,
pero que sobrevivió a los esfuerzos con la ayuda de su entrenador
All-Might y finalmente, consiguió su objetivo a tiempo. La actuación
de All-Might es impecable. Sus skills, gags, cambios de forma y demás
lo convierten en la esencia carismática de la serie. ¿Y no estáis
deseando ver a Izuku empleando sus nuevas habilidades? Yo sí.
La
única mala impresión que podemos sacar de este episodio (no es que
sea mala, pero sí preocupante) es que deja claro lo conservadores
que están siendo adaptando el manga. Episodios de build-up como este
se sienten completos porque logran mantener la intensidad fácilmente
desde el principio hasta el final, pero también deja a entrever que
el ritmo, actualmente, es lento. Y eso no es bueno para una serie de
13 episodios. BONES va sin prisa pero sin pausa con esta adaptación,
y el resultado individual de cada episodio es bueno: solidez y
contundencia, pagando el precio de emitir dos episodios que engloban
solamente uno del manga. La pregunta es, ¿hasta dónde llegará?
En
fin, cómo dije en el párrafo anterior, este episodio posee todos
los elementos necesarios para considerarse bueno y correcto en
términos generales. Podemos sentir la energía que desprende esta
serie en cada escena, y eso es de agradecer. El producto que estamos
obteniendo está siendo del agrado de la gran mayoría, por lo que
creo que están haciendo un trabajo competente. Ojalá los siguientes
sigan en la línea de este y los anteriores, la idea es poder
disfrutarlos de este modo.
Eso
es todo por ahora. ¿Qué opináis de este tercer episodio de Boku no
Hero? Comentad vuestras sensaciones con él y nos leemos pronto.
¡Saludos!
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