Bien. The Lost Legacies. Los legados perdidos. No recuerdo
si esta página tuvo otro nombre antes, pero creo que durante los últimos años
este le viene que ni pintado. Si os digo la verdad, no sé en qué momento dejé
de escribir y de actualizarla. Septiembre de 2016… parece que fue ayer, y al
mismo tiempo es como si hubiese pasado una eternidad. Paradójico, ¿verdad? Se
me ha pasado volando el tiempo desde entonces. Recuerdo acontecimientos del
2017 o del 2018 como si hubiesen sucedido anteayer. Esto es algo que me
preocupa, el cómo concibo yo el paso del tiempo y tal, pero por ahora no quiero
meterme en berenjenales. Ya aviso de que muy probablemente toque asuntos como
este aunque no quiera, porque soy así, aunque lo evitaré por el momento, que
quiero mantener un cierto orden por mínimo que sea. El caso es ese, que ha
pasado una barbaridad de tiempo desde mi última entrada en el blog. Que es que
pensándolo en frío, apenas estaba empezando 4 de la ESO cuando dejé de
escribir. Qué locura. Y encima mi última entrada fue una cobertura de estrenos de la temporada anime de otoño. Es decir, que ni me despedí ni nada. Supongo
que no fue una decisión que tomé por voluntad propia ni mucho menos por gusto,
sino algo más bien progresivo.
Ya en verano de 2016 dejé de reseñar anime semanal, abandonando
la cobertura de series que me gustaban mucho como Shokugeki no Souma. Lo más
memorable fue la entrada que le dediqué a Masou Gakuen HxH, la basura de turno de
aquella temporada, pero tampoco realicé un seguimiento exhaustivo de ella. Evidentemente
hubo una serie de factores que influyeron en este progresivo abandono de la
actividad en el blog. El primero de ellos fue la pérdida de feedback constante
que experimenté como redactor. Me explico. Tenía seguidores de aquella, muchos
de ellos buenos amigos, otros incluso gente que conocí gracias al mundillo de
los blogs… pero digamos que siempre tengo las expectativas muy altas, y que la
respuesta de la gente (y sobre todo, el interés) fue decayendo conforme pasaron
los meses, cosa que no fue muy alentadora. No recuerdo si desarrollé algún tipo
de estrategia para combatir esta situación. Echando el ojo atrás veo que antes
de verano empecé con las reviews de eventos de WWE, tonto de mí porque no era
un tema precisamente popular entre mis seguidores.
Lo que acabo de ver revisando las últimas piezas de
contenido que publiqué es que sí que tuve la decencia de informar del porqué de la inactividad. Fui parcialmente honesto, porque no comenté mi percepción
sobre lo del feedback, pero sí expliqué otro de los factores fundamentales: el evento de fútbol que me mantuvo ocupado a lo
largo del verano. Ah, sobre eso… fue mi última victoria. Desde entonces, no he
hecho más que perder. Mantuvimos el formato anual del evento, con múltiples
jornadas futboleras a lo largo del año (empezando más o menos en febrero) que
precedían al gran día. Para el partido de 2017 nos preparamos menos, y acabamos
pagando los platos rotos contra unos rivales que nos superaron. Por poco, pero
lo hicieron. En 2018, ya sin nada que perder, encaramos el que parecía que
sería el mejor encuentro de todos en cuanto a calidad futbolística, pero por
una serie de circunstancias no salieron las cosas como yo había planeado, de
modo que acabé bastante decepcionado. Por último, en 2019 le dimos una vuelta
de tuerca y nos juntamos varios equipos, unos asentados y otros recién formados,
para jugar un pequeño torneo… tampoco salimos bien parados. Y así, como quien
no quiere la cosa, mi equipo ya lleva a las espaldas el mismo número de
victorias que de derrotas. En cuanto a hypear los eventos, en 2017 nos lucimos
gracias a Calciferex, que se encargó de nuevo de los diseños, pero en 2019 ya
no hicimos el esfuerzo de promocionar nada. De nuevo, esto se debe a un interés
que ha ido decreciendo exponencialmente por parte de todo el mundo, por no
decir de compromiso ya que mucha gente parecía que quería participar y luego llegaba
el día y ni se acordaba, o tenía otros planes. En fin. El tema de los eventos
de fútbol es algo que no descarto volver a tocar (si es que retomo el hábito de
escribir), dado que es un asunto muy personal que aunque pueda parecer una
tontería ha significado – y quiero pensar que aún significa- más de lo que os
podáis imaginar.
Pues esos son los dos factores que más influyeron sobre mí a
la hora de mantener a flote mi relación con el blog. No sé si quedaré muy mal
diciendo que un tercer motivo puede ser perfectamente la vagancia que con tanta
frecuencia me invade y me impide dedicarle tiempo a aquello que realmente me
gusta. Y digo “puede” porque no estoy seguro; hace cuatro años no era ni la
mitad de vago que ahora, pero sigue siendo parte del problema. El caso, que
ahora me toca mencionar otras cosas destacables que he hecho desde entonces.
Intentaré no irme mucho por las ramas. ¿Cómo os quedáis si os digo que en menos
de tres años he dedicado casi 2000 horas a un juego online? Yo sinceramente
pensaba que nada iba a superar las cerca de 500 horas que había perdido
pululando por mi pueblito de Animal Crossing, pero me equivocaba. Overwatch se
ha convertido en algo muy importante para mí, por varias razones. Cuando lo
compré a medias con un colega allá por abril de 2017 (casi un año después de su
salida oficial), no tenía ni idea de que se convertiría en mi juego de
confianza. Gracias al OW he conocido a un montón de gente genial; con algunos
de ellos incluso creé un equipo, y aquí se empiezan a apreciar los paralelismos
con el fútbol. Mismas ganas de crear un entorno agradable para pasar el rato,
aunque a veces nos lo tomábamos demasiado en serio. No todo fueron risas, pero
sin duda los buenos momentos son los que más recuerdo. Algunas de nuestras
mejores partidas en mi canal de YT, por si os interesa. El caso es que como
todo, perdió fuelle. No fue un proyecto fracasado porque nunca tuvimos grandes
ambiciones de ser un equipo top, pero sí que con el tiempo dejó de ilusionar a
la gente. Por un motivo u otro, la gente ha ido dejando Overwatch, y aunque
algunos aún jugamos los fines de semana, ya no se acerca ni remotamente a lo
que fue en su día. Igual que con el fútbol, parece algo a priori
intrascendente, pero si algo me caracteriza es que le otorgo un gran valor a
todo, lo cual tiene sus ventajas y sus desventajas. Y las segundas son un gran
problema.
Si vuelve a surgir no me importará tampoco hablar de esa
etapa, porque además la recuerdo con sumo cariño. Ya que estamos tenía pensado
hablar también de Anime Land, mi adorado grupo de WhatsApp, pero esa historia
me tomaría mucho tiempo. Se me vino a la cabeza porque junto a las dos que ya he
mencionado, es una de mis grandes ideas. Si habéis llegado hasta aquí, tranquilos,
no estáis borrachos. Habéis leído bien: un evento anual de fútbol, un equipo de
un videojuego online y un grupo de WhatsApp. Esas han sido mis tres pasiones desde
los 13 años hasta la actualidad. Hay que ver. Como inciso, me estoy dando
cuenta de que nunca he hablado mucho de mí públicamente hasta ahora. De hecho,
es la primera vez que lo estoy haciendo de puertas para fuera. Quizás resulta
aburrido de narices, pero no sé, tiene su cosa. A mí por ejemplo me fascina
escuchar historias de este estilo, incluso si no tienen que ver conmigo, pero
imagino que no es plato de gusto para todos. En fin, a partir de aquí voy a ceñirme al presente, y ya nos remontaremos de nuevo al pasado si hace falta.
Actualmente estoy en 1º de carrera, cursando Comunicación
Audiovisual en la UVigo. Soy de esos que siempre ha tenido muy claro lo que
quería ser de mayor, y si bien he ido variando en cuanto a gustos particulares,
desde hace ya mucho tiempo sabía que quería ser artista. Me interesé primero por
la literatura (quise ser novelista), luego por la música (quise ser productor y
compositor) y por último, por el cine. En los últimos 2-3 años me he
culturizado lo suficiente, y aunque aún me queda muchísimo que aprender (más
por mi cuenta que con las clases) creo haber desarrollado un cierto criterio
que me vale para saber cómo quiero enfocar mis posibles futuras obras.
Efectivamente, quiero trasladar mis guiones a la gran pantalla y dirigir mis
propias películas. Gracias al cine he encontrado un mundo de infinitas
posibilidades donde sé que tienen cabida mis ideas, y me gustaría ser capaz de usar
dicha plataforma para contar historias que no solo contribuirían a mi autorrealización,
sino que también podrían aportar algo de provecho a la industria. Esto último
es sin duda lo más difícil, pero la clave está en innovar lo suficiente como
para que te tengan en cuenta. Tocará esforzarse al máximo.
En cuanto a la carrera en sí, bueno… no estoy precisamente
contento con ella. No es que sea particularmente mala, y tampoco es que sea
maravillosa. Es un “meh” como una catedral, en todos los aspectos. Hay varias
razones que justifican esta percepción, y seguramente acabe por dedicarle una
entradita, si es que me da por escribir más. Prefiero no extenderme ahora. Solo
diré que muy a mi pesar me he visto totalmente desmotivado más de una vez, en
tan solo cinco meses de clase. De nuevo las expectativas muy altas juegan malas
pasadas, pero en este caso la decepción ha sido monumental. Ya entraré en
detalles. Por ahora lo dicho, estoy ahí por mis metas y es lo que toca si
quiero tener la oportunidad de dedicarme al cine.
Y creo que en cuanto a mi situación actual, poco más hay que
comentar. Hace tres años que no me termino un anime (F en el chat), pero ahora
por motivos evidentes veo mucho cine de todo tipo, incluido de animación, así
que en cierto modo sigo en órbita. ¿Quizás retomar esto es una señal para que
vuelva a ser otaku? Espera, ¿quién ha dicho que lo vaya a retomar? Ah, y sigo
viendo todo lo que oferta WWE (quitando el 205 Live que me da mucha pereza). Me
gusta hablar de ello, pero conozco poca gente que comparta el gusto por el
wrestling. Hm, qué más… he ampliado mis
horizontes, así que hay muchas cosas que antes no me interesaban y ahora sí. No
sé. Creo que aquí se termina la inspiración, no se me ocurre nada más que
decir. Aunque siendo sincero, ya me estoy alargando demasiado.
En conclusión, asumo que nadie se va a leer este tocho
entero, pero no sé, para un día que me siento con ganas de escribir, veía necesario
todo esto. Si eres un caso particular y has perdido tu valioso tiempo llegando
hasta aquí, te agradecería que dejases una respuesta dando tu opinión sobre
todo lo que he contado, si es que te merece algún comentario. Y aunque no sé si
la gente todavía lee blogs con asiduidad, hazme saber si te gustaría que
retomase la escritura para hablar de x temas, ya sea de cine, de música, de
wrestling, de experiencias personales, de planes de futuro, ¡de lo que sea! En
relación a lo que he contado me dejo bastante en el tintero, pero en realidad tengo
interés por hablar de muchas otras cosas. A mí me gustaría, y más aún si existe
la posibilidad de que la gente opine. Queda dicho. ¡Muchas gracias!
PD: Dejo links de mi Twitter, donde me quejo de
absolutamente todo, y de mi canal de YouTube, que aunque ahora también está un
poco desactualizado, alberga perlitas de vez en cuando. ¡Gracias de nuevo!
Me gusta como te expresas :)
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Tengo esto abandonado, pero de vez en cuando me paso por aquí y ver un comentario me hace ilusión ^^
EliminarSi te consuela yo también lo he leído entero jaja. Por razones diferentes también comparto el desencanto a excepción de la universidad que simula ser una razón compartida para muchos estudiantes y exestudiantes.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias por tomarte el tiempo de leerlo. No hay mucho que se pueda hacer al respecto, así que me ha tocado ir aceptándolo con el paso del tiempo. Me alegra saber que no soy el único.
Eliminar¡Gracias de nuevo y saludos!