Cuarto episodio de Dagashi Kashi y Erased

Muy buenas a todos y bienvenidos a una nueva entrada, en esta ocasión regresan como de costumbre dos de las series más comentadas en el blog cada semana: Erased y Dagashi Kashi. Algo curioso es que esta última siempre la meto en una entrada conjunta (con otra serie), no es porque tenga precisamente poco qué decirle, ni a ella ni a la que la acompaña en los siguientes párrafos. Vamos allá:

Prefiero comenzar hoy con el cuarto episodio de Dagashi Kashi, serie desechada por pocos y apreciada por la mayoría, esto se debe a dos factores básicos que venden entre los consumidores, se quiera admitir o no. Uno de ellos es el que llevo diciendo desde que emitió su primer episodio: tiene una gran capacidad para entretenernos y que se nos pasen rápido los minutos. No aburre en ningún momento. El segundo punto que obviamente les aferra a esta serie es cómo no Hotaru, personaje que, dejando de lado sus cualidades físicas (if you know what I mean) consigue darle a la serie lo que necesita, un personaje carismático que se adecúe a ella y que no falle a la hora de darle entusiasmo. A pesar de que con el tercer capítulo los personajes en general adquirieron protagonismo, este fue para Hotaru y Kokonotsu, y no les resultó nada mal.

Este capítulo se dividió en dos partes ambas protagonizadas por la waifu de la temporada y por Patético-kun (Kokonotsu) el cuál ayer tuvo un pequeño momento de gloria en la primera mitad del mismo. Dicha mitad consistió en un duelo de reconocimiento gastronómico de fugashis entre los dos personajes nombrados que como cada semana suelen tener un encuentro y una posterior conversación sobre la tienda de dulces. En realidad las secuencias del duelo fueron lo mejor del episodio y alcanzaron un nivel de comedia no sorprendente pero si algo superior al de anteriores episodios, cosa que hay que mencionar. La escena del último fugashi recuerda bastante a aquella archiconocida escena del helado en To Love Ru, esta fue más soft pero igualmente se vio la intención xDDD

Tou apareció un minuto y ya hizo de las suyas trolleando a Kokonotsu. La carrera hizo buen uso del concepto del dulce Gurico que mostraba Hotaru pero en sí no fue tan entretenida de ver cómo el duelo de fugashis. No obstante no estuvo mal para que en este episodio Tou y Saya obtuvieran su aparición, a pesar de que en mi anterior entrada pedí que se mantuviese la presencia de los “secundarios” este episodio no provocó que se echara tanto en falta su intervención. En conjunto fue bastante decente, creo que el de la semana pasada reunió más elementos que lo hicieron destacar pero nada por ahora le causó un bajón a Dagashi Kashi, así que sigo aprobándolo. Deseo que eso no suceda y que siga en la línea el siguiente jueves.

Ahora sí vamos con Erased. Ohh, Erased... en su entrada el amigo Kenshiro decía que hablar bien de series que lo merecen es ciertamente gratificante, y no puedo estar más de acuerdo. Lo bueno de todo es que al alabarla, no se siente cómo que lo haces en vano, simplemente reflexionas y piensas “sin duda está siendo una serie que da gusto ver a día de hoy”. Su cuarto episodio no dejó nada indiferente a nadie, tanto por el contenido en general como por ese final que sin decirnos nada, nos dijo todo.

Este capítulo fue una muestra más de la alta capacidad que tiene la gente detrás de Erased de manejar bien a sus personajes siendo niños pequeños, pues estando acostumbrados a que la mayoría de protagonistas sean adolescentes con personalidades genéricas no sería una sorpresa que el desarrollo de un personaje de distinta edad saliera mal, en un rango medianamente considerable, tanto más joven como más adulto. Parece una tontería pero no lo es. Es algo difícil de explicar, sería más fácil si comentara con exactitud cada situación que tuvo lugar en este episodio, pero no quiero extenderme tanto con ella. Prefiero que si aún no veis la serie mis referencias os sean suficientes cómo para querer saber de qué hablo y contemplarlo por vosotros mismos. Merece mucho la pena.

Aún con todo, comentaré brevemente de qué trató el episodio. Después de aquella tierna escena entre Satoru y Hinazuki con la que remató el anterior, nuestro protagonista hace todo lo posible para qué las horas antes del suceso clave sirvan para mantenerla alejada del peligro, y de paso para que la relación entre ambos se fortalezca. Hubo escenas y conversaciones que resaltaron esta evolución, desde la estancia en el museo de ciencias hasta el cumpleaños de los dos. Hinazuki se mostró mucho más cercana y Satoru se sintió bien consigo mismo al haber cumplido su objetivo más prioritario. Aún así, Erased no permite que nos llevemos demasiadas alegrías muy seguido y lo deja claro con ese final que a más de uno le dejó con el corazón en un puño...

Verdaderamente está haciendo su trabajo de una manera muy buena. Aunque coincido con la gente en que la identidad del secuestrador es casi obvia, será interesante cuándo se le descubra. Pienso de todas formas qué pudo esconderse más la culpabilidad de este personaje aunque eso quizás conlleva un trabajo más arduo, pues la actitud de este tipo de personajes suele ser sospechosa por el propio hecho de no ser tan evidente, cosa que a la vez lo hace terriblemente obvio... ¿me habéis entendido? Bueno, el caso es que aún con ese detalle todo le sale a pedir de boca a Erased y la recepción es increíble. De nuevo, qué bueno es poder hablar bien de una serie cuándo tiene tantas cosas positivas. En pocas palabras, excelente trabajo.

Finalmente, tengo que decir que tanto Dagashi Kashi como Erased son series que desde su primer episodio sabía que iba a comentar en el blog y no falto a mi palabra. Disfruto ambas de una forma distinta y me gusta hablar de ellas aquí, sobre todo porque, aunque una es indudablemente mejor que otra en conjunto, las dos son una buena opción en este invierno y no me decepcionaron hasta la fecha cosa que otras como Shoujo-tachi o Prince of Stride sí hicieron en una medida u otra.

Esto es todo por ahora, ¿cuáles fueron vuestras reacciones e impresiones esta semana? Comentad vuestra opinión y nos leemos la próxima.

¡Saludos!